2 latas de lomitos de atún conservados en agua
4 tazas de rúgula lavada
2 tazas de lechuga verde crespa lavada
2 tazas de tomates cherry cortados por la mitad
4 huevos duros cortados en cuartos

Crocante de avena
1 taza de hojuelas de avena
1 taza de azúcar
1/4 de taza de sal marina

Aderezo
1/4 de taza de vinagre balsámico
3/4 de taza de aceite de oliva
Sal y pimienta negra al gusto

1. Ponga las hojuelas de avena en una sartén amplia a fuego medio y dórelas entre 4 y 6 minutos revolviendo con frecuencia para que el calor las tueste de manera uniforme. Retire del fuego y reserve.
2. Engrase un rectángulo de papel parafinado o preferiblemente un tapete de silicona y distribuya las hojuelas sobre él. En otra sartén a fuego medio derrita el azúcar durante 4 o 5 minutos hasta obtener un caramelo claro.
3. Una vez el caramelo esté listo, viértalo sobre las hojuelas de avena para formar el crujiente. Antes de que el caramelo se endurezca, espolvoréelo con la sal marina de manera pareja para que quede adherida. Deje enfriar a temperatura ambiente y corte en trozos medianos con un cuchillo.
4. En un recipiente mezcle los lomitos de atún, la rúgula, la lechuga y los tomates cherry. Reserve.
5. Aparte, combine todos los ingredientes del aderezo, exceptuando el aceite y bata hasta disolver todos los cristales de sal. Luego, vierta el aceite de oliva en forma de hilo para emulsionar la vinagreta. Condimente la ensalada con esta mezcla, cuidando de no dañar las lechugas.
6. Sirva en una ensaladera y decore con el huevo duro cortado en cuartos y con el crocante de avena.

ENSUMESA LE SUGIERE

Este tipo de crocantes o pralinés, también pueden elaborarse con frutos secos como almendras, nueces, avellanas o ajonjolí. Aplique la misma técnica a las nueces previamente tostadas en sartén u horno.